Lo primero que hay que tener en cuenta es que la sintaxis y el análisis sintáctico no son lo mismo. El análisis de oraciones está basado en una teoría. No obstante, cuando hablamos, inconscientemente aplicamos una serie de reglas sintácticas mediante las cuales expresamos aquello que queremos decir. En eso consiste la sintaxis.
¿Cómo entender el análisis sintáctico?
Realizar análisis sintácticos ayuda a mejorar las competencias lingüísticas y permite entender cómo funciona una lengua. Más allá de esto, el análisis sintáctico permite desarrollar la capacidad de expresarse de forma correcta. Es decir, la máxima de que los períodos sintácticos muy largos diluyen aquello que queremos expresar.
Además, tener conocimientos de sintaxis sirve para evitar ambigüedades lingüísticas. La ambigüedad que más cometemos comúnmente es la de tipo sintagmático, esto es lo que ocurre cuando se genera una ambigüedad debido a que una palabra puede pertenecer a un sintagma u otro.
¿Cuál es el método adecuado?
Uno de los métodos que puede resultar más propicios para aprender a analizar oraciones es el método constructivo propuesto por el gramático Ignacio Bosque. Así pues, se propondría una forma distinta al típico «análisis por cajas», que consiste en asignarle etiquetas o funciones a diferentes oraciones. Este método propone que el alumno busque diferentes opciones.
Por ejemplo:
1. Ponga un ejemplo de una oración subordinada introducida por un infinitivo.
2. ¿Es posible formar una pasiva con el verbo comer?
Con esta manera se intenta que el alumno reflexione acerca del sistema gramatical, más allá de identificar las funciones de los sintagmas en determinados períodos oracionales. Otra opción consiste en los ejercicios identificativos, que consisten en ofrecer al alumno diferentes opciones a raíz de un determinado ejemplo. De este modo se fomenta un razonamiento mediante el cual se obligue al alumno a descartar diferentes opciones y a contrastar la elegida.
En definitiva, para entender cómo y para qué utilizamos el análisis sintáctico es preciso interiorizar que se trata de un proceso lento y escalonado, que podríamos resumir en varios pasos:
- Comienza con el conocimiento de las diferentes categorías gramaticales como sustantivo, adjetivo, verbo, determinantes, pronombres, adverbios, preposiciones y conjunciones.
- ¿Cuáles son los tipos de sintagma? En nuestra lengua hay cinco: nominal, adjetival, verbal, preposicional y adverbial.
- Identificar los núcleos de estos sintagmas. En función del método, hay quienes proponen identificar el núcleo verbal antes que el resto de sintagmas de la oración. De este modo, habiendo identificado el verbo, resulta más fácil saber cuál es el sujeto y cuál es el predicado.
- Las diferentes funciones sintácticas: sujeto, predicado, complemento directo, indirecto, predicativo, del nombre…
- ¿Tiene sentido la oración? Como hemos señalado al principio, la sintaxis sirve para expresar ideas o conceptos con sentido.